¿Qué es una tertulia?
No hay un punto preciso sobre el nacimiento de la palabra, pero lo más aceptado es que nació en España simplemente como una plática de sobre mesa, así, como se escucha; la gente, después de comer, se quedaba platicando.
El concepto ha evolucionado, sobre todo hacia el área cultural y ahora la wikipedia nos dice que "Una tertulia es una reunión informal y periódica de gente interesada en un tema para debatir e informarse o compartir y contrastar iniciativas, noticias, conocimientos y opiniones".
Por ejemplo: tu puedes ponerte de acuerdo con un grupo de amigos para reunirse todos los jueves a las 6:00 de la tarde en la una cafetería para hablar de cine. Y esta reunión tiene dos vertientes:
Por el lado informal no hay compromiso de ir ni de llegar puntuales; esto significa que pueden ir un día unas personas y otro día otras y claro, pueden llegar a cualquier hora, los temas son diversos y pueden haber pláticas sobre prácticamente cualquier tema. Piensa en ello como si fuera una pequeña fiesta a la que invitas a X personas y quien quiere va y cada quien llega y se retira a la hora que le parezca conveniente.
Por el lado formal, hay un punto, un eje, un núcleo alrededor del cual gira la tertulia: se habla, en este ejemplo, de cine.
Claro que hay más que eso, pero, grosso modo, en esto consiste una tertulia.
¿Y cuál es su importancia? ¿Por qué tu deberías participar en una?
Pues por que se hace una reunión de gente variopinta, lo que hace resaltar al ser humano antes que su estatus social y se comprende a la persona más allá de los cánones sociales, es decir: en una tertulia participa lo mismo el doctorado que el técnico, el sociólogo que el introvertido. En una tertulia se aprende la tolerancia, la escucha a las ideas antes que el prejuicio a la persona; recuerda que una buena idea es buena, sin importar quien la manifieste.
Y una tertulia bien llevada desemboca casi inevitablemente en un tipo de cuerpo colegiado donde cada contertulio es maestro y alumno a la vez.
Actualmente lo más divertido son las tertulias de cultura general, pues así la gente habla de lo que sea, y como ya dije, todos aprenden de todo y de todos. Recuerda que el conocimiento de un hombre es patrimonio de la humanidad, no lo guardes para ti; compártelo.
¿Y quién quiere hacer tertulia? Pues seguramente hay mucha gente interesada, el detalle está en encontrarse; pero ahora, gracias a la magia del internet es más fácil hacer un grupo.
Por otro lado, no necesitas un grupo; solamente tu anímate y cada que tengas oportunidad ve "tertuliando" con cada persona que te encuentres; recuerda que la tertulia es informal y si empiezas a hacerla, poco a poco se hará sólida: simplemente un día por la tarde invita a un amigo a tomar café y platiquen, pero a esa plática dale el sentido cultural, de aprendizaje. Por ejemplo: yo tengo un tío que es arquitecto y cada que lo veo le hago preguntas sobre arquitectura, como a él le apasiona el tema hasta le brillan los ojos cuando habla sobre el mismo. Otro ejemplo: cada que una persona actúa de cierta manera pongo atención y trato de poner en perspectiva eso, entonces, cuando me encuentro con alguno de mis amigos psicólogos le pregunto sobre las actitudes humanas y ante sus respuestas aprendo y en ese aprendizaje genero empatía con mis congéneres y les doy el respeto y compresión al que todos tenemos derecho; dejando así de lado mis debilidades de acuse y condena al que nos tiene acostumbrados la sociedad.
Finalmente, una buena invitación es hacer tertulia familiar.
Recuerda que la tertulia no es mas que una plática de sobremesa, así que puedes, en un día menos ajetreado de tareas, como, por ejemplo, el domingo, quedarte a platicar con tus hijos o padres.
Hace pocos años las tertulias familiares han quedado obsoletas, esta práctica que la realizaban constantemente nuestras abuelitas, hoy son cosa del pasado, pero en las familias que las conservan, la unión, comunicación y amor son mucho más fuertes; la unión familiar es lo que más importa para cada uno de los integrantes.
Según aciprensa.com es una reunión informal de padres e hijos en la cual se dialoga de ser posible todos los días, del modo natural, acerca de las cuestiones que a cada uno le interesan. No solo a los padres, sino a todos, incluyendo a los más chicos con edad suficiente para poder entrar en la reunión.
Esta tertulia que nos ayuda a conocer el mundo de nuestros hijos, tan desconocido por muchos padres, ese mundo lleno de ilusiones, de ingenuidad, de alegría, de interrogantes, que unas veces se expone con palabras pero otras han de adivinarse en sus ojos que preguntan a todo lo que les rodea, a los seres que hay junto a ellos, al sol y a las estrellas, al día y a la noche; que preguntan cómo y para qué vinieron ellos al mundo, al camino que han de recorrer, al bien y al mal, a lo lindo y a lo feo; que preguntan a Dios mismo por que quieren comprenderlo y nosotros los padres hemos de contestar, tenemos la obligación de escucharlos, de adivinar esos interrogatorios y responder adecuadamente dándonos cuenta de todo lo que significan.
Esa tertulia ha de favorecer a que en la casa haya un ambiente familiar educativo, ha de ser tal en la que se hable de cuestiones tan variadas y en la que brille siempre la alegría, la confianza, el apoyo y la comprensión que haga costoso romper el diálogo para ir cada uno a continuar con su tarea.
Las tertulias familiares son reuniones que se pueden aprovechar para que padres e hijos conversen de forma natural e improvisada sobre cualquier tema que sea de interés para ellos, la práctica de ésta crea con el tiempo vínculos profundos con la familia y se fomenta una mayor comunicación.
Si desde pequeños acostumbras a tus hijos a que te cuenten lo que hacen o lo que les ha sucedido a lo largo del día estarás fomentando la comunicación con ellos; fundamentalmente a cualquier edad, pero aún más en la adolescencia, esta etapa en la que son más vulnerables e influenciables.
Las tertulias tienen un principal beneficio: los padres pueden adentrarse en el mundo de sus hijos sin necesidad de obligarlos u oprimirlos; de igual manera pueden obtener confianza y mejor conocimiento de ellos observando su actitud y manera de pensar ante determinados temas y podrían conocer las inquietudes y aquello que más les interesa o que más les preocupa a sus hijos. Por su parte, los hijos también se benefician de las tertulias familiares, ya que gracias a ellas llegan a conocer como piensan sus padres y cuales son sus planteamientos e intereses. Son por lo tanto, un medio muy eficaz para educar, ya que a través de éstas los padres pueden orientar y transmitirles valores como la responsabilidad, la tolerancia y el respeto o experiencias y conocimientos.
Otro beneficio de las tertulias es que los padres pueden enseñar a pensar y a reflexionar para que en todo momento los niños, futuros hombres, tengan las ideas claras y criterio propio. Éste debe ser un rato ameno y agradable para toda la familia, evitando discusiones y procurando un clima distendido y relajado, además, deben lograr también que sean interesantes y que prevalezca en todo momento el sentido del humor: en ocasiones pueden surgir discrepancias que hagan que el ambiente sea tenso o peor aún, que alguien ridiculice el punto de vista de otro, pero en este caso los padres deben intervenir para suavizar la tensión y la mejor forma de hacerlo es con sentido del humor; en lugar de ejercer autoridad como padres, se puede hacer una broma no ofensiva de la actitud del hijo con una frase divertida. El humor es buena salida para que las discusiones no vayan a más y así calmar la tensión en cierto momento. Pero recuerda que tu hijo NO ES tu amigo, siempre es tu hijo.
Algunas claves para que la tertulia tenga éxito son:
- Escucha atentamente. Deja hablar a los niños permitiendo que den sus opiniones y puntos de vista sin interrumpirles; el niño debe sentir que puede expresarse tranquilamente sabiendo que lo están escuchando con atención y sin prisas.
- Mostrar interés por su vida fuera del hogar. Pregúntales por sus amigos, que ha hecho en la escuela o como le ha ido en el partido de fútbol. Los hijos agradecerán tu interés y sabrán que pueden contar con tu ayuda en todo momento.
- Comunicación entretenida. Los padres deben hablarle a sus hijos acerca de los compañeros de trabajo y que relación tienen con ellos y contarles algún acontecimiento que les suceda a lo largo de los días; esto permitirá que los niños vayan conociendo el mundo de los adultos y de sus padres.
- Respeto mutuo. Es fundamental que exista respeto entre las personas que forman la tertulia. En ningún momento se debe ridiculizar la intervención de nadie ni hacer gestos o decir palabras que indiquen que su intervención es fastidiosa.
- Y por último, no se debe perder de vista que estas tertulias o reuniones familiares deben ser un encuentro agradable para todos.